Qué podemos ofrecernos a ciegas
si ciegos somos, por el no compromiso
si en el encuentro furtivo y excitante
nuestras palabras flotan entre nubes
de un cielo insaciable que todo devora.
Decimos que nos leemos, creyéndonos
pero la desconfianza nos cubre de acero el alma
escribimos la angustia y hacemos que las risas
vuelen en nuestras mentes, aunque el vuelo
sea pobre y no muevan los labios.
Limamos la personalidad hasta llegar al yo crudo
y en el rincón asumido
no tan anguloso ni tan oscuro, al fin
al fin construimos esa imagen poderosa
ceros y unos, que nos dan saciedad virtual
que nos dan, la sensación de haber erradicado
al menos por un instante
la e-soledad.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario